domingo, 11 de octubre de 2015

peritajes amañados



Así
Se cambian los peritajes en tránsito
de La Paz

El que pega paga, era la máxima que distinguía al comandante conocido como ‘el cachetón’ Carrillo en los años 60’s y 70’s. No había mucho que averiguar: si pega paga, ya que el golpeador tiene toda la visión para frenar o dar.
   Mucha gente se siente con derechos para dañar, sobre todo cuando ven a su contrincante de menor categoría. Una persona que conduce un vehículo de modelo reciente cree tener derechos para pisotear a los de los conductores que manejan un carro destartalado (como le llaman en forma despectiva a los vehículos con más de 20 años de fabricación)
   Una persona soberbia, con el Ego hasta el cielo, y que se sienta con un poquito de poder, comete crímenes de odio (muy penados hoy día) con la única finalidad de mostrar su superioridad o vengar su Ego que cree lastimado, como es el caso que a continuación nos ocupa:
   El día 10 de julio de 2009, alrededor de las 4 de la tarde, con el sol a todo lo que daba y un calor agobiante que rayaba en los 40 grados centígrados, Cristian Núñez manejaba a toda dar un picapcito modelo 87, color blanco sin lavar, a su lado la novia con pocos meses de embarazo, cuando de pronto, al intentar cruzar la calle Nayarit, en los cuatro altos, sobre la ruta que llevaba en la calzada Agustín Olachea Avilés, (antes Las Garzas) un picapsón rojo, de modelo reciente, conducido por la jovencita Gisel Talía Magdaleno, aire acondicionado, estéreo con música de moda, celular al oído, vidrios semipolarizados para que no le lastime la vista el sol, le impactó al lado del conductor, mismo que perdió el control, trompicando el picapcito sobre la guarnición y la banqueta para, la misma banqueta, regresarlo al carril de circulación donde el picapsón, por su alta velocidad, le volvió a pegar, pero ahora por el otro lado.
   La lógica nos dice que la chamaca aceleró el picapsón, por instinto, para demostrar su superioridad. El método de inferencias nos demuestra que la plebe intentó matarlo en un arranque neurótico, pues metió el acelerador hasta el fondo para saciar su odio hacia los que menos tienen. La intensa velocidad que agarró al salir del alto hasta el lugar del impacto (20 metros) debió rebasar los 50 kilómetros por hora, ya que la trayectoria que siguió el picapcito impactado fue de más de 20 metros, distancia que se acortó por el trompicón sobre la guarnición y el rebote de la banqueta (de lo contrario lo hubiera aventado más lejos), donde le dio el otro golpe, como ya se dijo, pero ahora por el lado del acompañante, a quien por el susto le volvió de alto riesgo el embarazo.
   Para cuando llegó el perito de tránsito municipal, Cristian todavía recordaba que apenas alcanzó a sacarle un tanto a la enorme mole roja, virando el volante hacia su derecha, todo ello para evitar el golpe y proteger a su novia embarazada. Él se conducía sobre el carril del medio (de tres) para luego recibir el impacto en el carril pegado a la guarnición. La conductora del picapsón tuvo la oportunidad de frenar pero no quiso hacerlo, pues su conducta psicópata la obligó a saciar su odio sobre los que ella cree de menor categoría social.
   -- Esta pinche vieja venía muy recio — pensó en voz alta Cristian
   -- Pinche carro mugroso — igualó la ‘importante’ hija del dueño de las Grúas Magdaleno y familiar, según ella, de Lénin Rodríguez, Secretario de Seguridad Pública del Estado.

   Luego de entrevistarse con los conductores, el perito oficial en turno Cruz Guadalupe Salvatierra Camacho, concluyó que la chamaca del lobo colorado era la responsable. Así lo hizo saber a los fotoreporteros que llegaron al lugar. Así dice el boletín de prensa. Los testigos vieron que el peritaje estaba de acuerdo con la verdad y por ello no manifestaron queja alguna. La evidencia así lo demostraba. No había nada que alegar, sin embargo días después todo lo cambió por un dinero que le dio el dueño de la grúas Magdaleno; construyó un oficio que le hizo llegar a su jefe ahora dice que el responsable es Cristian. Todo esto, se repite, porque recibió un dinero del dueño de Grúas Magdaleno; negociación de arrastre que presta sus servicios al departamento de tránsito y, como se sabe, algunos MP especializados en hechos de tránsito reciben propinas por enjuagues legaloides (Al entrevistarnos con el perito dijo que se había equivocado al transcribir el parte, pero que ante el mp rectificó el error, lo cual parecía cierto)
   Al otro día del accidente los periódicos publicaron las fotos del choque y en el pie de las mismas se leía que la chamaca del lobo era la responsable. También las notas periodísticas así lo demuestran. Nadie pegó de grito. Los testigos que leyeron la prensa vieron que decían la verdad.
   En las oficinas de peritajes, Cruz Guadalupe, seguramente, una vez que supo que la Gisel Talía era hija del gruero, o por las amenazas de éste, convenció a los conductores para que los dos absorbieran sus daños y asunto arreglado.
   -- Bueno -- expresó la hija del Magdaleno quien sabía perfectamente que ella tenía la culpa.
   -- Bueno – refirió Cristian porque sabe que los pleitos ni ganados son buenos.
   Testigos en el departamento de tránsito dicen que llegó el dueño del mundo, el tal Magdaleno, echando espuma por la boca cual vil perro rabioso retando a los que estaban en contra de su hija, incluso amenazó con golpearlos si no hacían responsable al carro impactado. También retó a golpes a un familiar de Cristian, de oficio regidor del PT
   El asunto se ventiló el viernes 10. Para el lunes 13 las cosas cambiaron. En peritaje amañado Cristian fue acusado de ser el responsable y conminado a pagar 60 mil pesos por los daños que la chamaca le ocasionó a su F-250 del año. Claro que esto fue producto de un ardid de algún abogado maquiavélico y que fue urdido con los más oscuros procedimientos legales para terminar de dañar al que menos tiene. Utilizaron a un perito de la procuraduría de justicia del estado de nombre Gilberto Coronado quien con un billete cargó los dados a favor de la defendida por el abogado del diablo.
   La chamaca comete crimen de odio pues en los momentos de iniciar su loca carrera para demostrar su poder, culminó la violenta arremetida chocando su picapsón con todas las ventajas que ello le proporcionó, como ya se dijo, por el desprecio que siente por los jodidos. El abogado asesor también comete crimen de odio por lo cruel de su proceder ya que él se siente protegido por las chuecuras que dice el gruero que cometen dentro del departamento de tránsito y por la impunidad que la chamaca dice tener por el alto cargo que ostentaba Lenin Rodríguez al frente de grupos de policías narcoprotectores. En ese sentido el abogado siente que el imperio de la ley lo tiene de su lado, y por ello actúa protegiendo a la asesina en potencia para cambiar la verdad histórica de los hechos.
   El mismo abogado ‘influyó’ en el MP adscrito al departamento de tránsito ya que sacó del corralón el picapson rojo y refundió al picapcito de Cristian que, por no tener quien lo defendiera, a sus 18 años, empezó a sufrir las bajezas de quienes tuercen la ley.
   Los conocedores en la materia de crímenes de odio aseguran que las víctimas ocupan ayuda médica, y ayuda en contra de dificultades emocionales que surgen a raíz de este tipo de crímenes. Los perjudicados optan por guardar silencio porque empiezan a sufrir de miedo, degradación y sienten que no tienen quien los defienda.
   En el DF, hace años, se agregó al Código Penal la reforma al artículo 128 que dice que los crímenes de odio son conductas lacerantes, que representan un obstáculo para el acceso efectivo a las oportunidades de desarrollo del pleno ejercicio de la ciudadanía.
   La reforma en cuestión califica como una regla más para el homicidio o las lesiones, cuando existe saña por parte del infractor, y éste actúa con crueldad o motivos de odio, (como es el caso que nos ocupa) entendiéndose éste último como el delito cometido por la condición social o económica.
   Pasados dos años, el joven fue encarcelado por no poder pagar el daño que la iracunda, hija del matón en potencia, le ocasionó a su picapson color rojo.
   La Constitución dice que quien se percate que se va a cometer un crimen o que se cometió y no actúa conforme a derecho, se vuelve cómplice del criminal. Por ello, cualquier ciudadano puede presentar denuncia penal por el crimen de odio cometido por estos poderosos y que además demostraron su impunidad y complicidad con el mp adscrito al departamento de Tránsito municipal al aprovechar el nombre del secretario de seguridad pública del estado, violando con ello el código penal para BCS, por el delito de tráfico de influencias.
   En aquella ocasión no pudimos elevar nuestra voz ante el gobernador, la presidenta municipal, el procurador y el director de seguridad y tránsito municipal, (porque no contábamos con la autorización de los padres del jovencito, ni contamos hoy día, pero mi deber como padrino de bautizo de este jovencito me obliga, una vez que me enteré, porque me lo ocultaron, que había sido encarcelado) para que pusieran orden entre sus subalternos, que al final del día, fueron los que torcieron la ley y la justicia por 30 dracmas.
   El periódico El Sudcaliforniano, en su edición 13,811 de fecha 12 de julio de 2009 publicó la verdad de los hechos: Que el picap rojo F-250 era el responsable.
   Las fotos firmadas por Villafuerte, incluidas en la página 3-E de la sección policíaca, así lo demuestran.
   Lo mismo sucedió en el periódico El Peninsular número 6670, de fecha 11 de julio de 2009, página 16, en nota periodística firmada por Víctor Martha, donde se señala, por información proporcionada por el perito que levantó el croquis, que la responsable era la conductora del picapson rojo.
   También, que sirva esta crónica para que los diputados locales eleven a rango constitucional el crimen de odio, haciendo las reformas suficientes y necesarias al Código Penal para el Estado de Baja California Sur, y de esa forma estar a la par con sus homólogos del Congreso de la Ciudad de México.


Y que creen: ¡¡Hoy este perito es jefe del departamento, mismo que atendió a la prensa luego de que esta redacción dio a conocer las mentiras del peritaje oficial del caso Tejero!!

Peritaje científico

Fisuras en el expediente
¡Tejero si fue arrollado!
Así lo demostró la ciencia

Erick Fernando Monroy Sánchez, de 24 años de edad, con su picap ‘alterado’ para recorrer la brecha, fue causa y efecto en los hechos donde perdiera la vida el ingeniero en sonido Jorge Tejero la noche del 31 de julio de 2015 en las calles de Valentín Gómez Farías y Jalisco.
Las primeras indagaciones de esta redacción, a partir del día 3 de agosto, nos demostraron con el método de inferencias (método científico utilizado por las policías del primer mundo), deducción lógica a través de otra cosa lógica, que al hijo del presidente municipal de La Paz le estaban dando protección oficial para que las causas de la muerte quedaran en el sigilo de impunidad.
1.- Cuando intenté entrevistar al perito de tránsito, y responsable del ‘peritaje’, negó el acceso al expediente. Exigió que hiciera una petición por escrito al director de la institución, a través de la dirección de comunicación social a cargo de Luis Roldán.
2.- Se le demostró al jefe de ‘peritajes’ que esta redacción ya había hablado con Luis Roldán, y que en forma económica le había hecho la solicitud de conocer el expediente iniciado a partir del ‘accidente’. No conforme habló el perito con el jefe de comunicación social de tránsito quien seguramente le repitió que tendría que hacer la solicitud por escrito pues al colgar dijo: Si, tiene que hacer la solicitud.
3.- Exigí, elevando el tono de la voz, mi derecho constitucional de conocer como periodista los eventos, en ese momento creía que eran dos, ocurridos en las mismas calles y el mismo día pues la información que hasta ese momento poseía era que el hijo del presidente municipal de La paz había ocasionado un accidente en estado etílico, huyendo del lugar (después se supo que la misma autoridad lo escondió), dejando tirado a la víctima quien quedaría cuadripléjico, según el primer diagnóstico del médico del IMSS. El segundo caso que conocía de oídas era que en el mismo lugar había ocurrido un choque donde perdiera la vida una persona que manejaba una moto.

Este evento de confusión quizá fue el que ‘sensibilizó’ a los corruptos policías pues al platicar entre ellos me dijeron que esperara un momento para la entrevista. Cinco minutos después entré ‘al privado del jefe’ que no era otro que el mismo que me había dicho que no, y al cual había encontré al principio de mi búsqueda casi encima de las piernas de una secretaria dictándole ‘su real saber y entender’
4.- Debido que tenían a la mano el expediente ‘del hijo del presidente municipal’, fue este el que se me dio la oportunidad de conocer de oídas pues jamás se me permitió leerlo, ni tomarle foto a la posición en que quedaron los vehículos después del accidente, como sí lo hizo ante otros medios cuando esta redacción dio a conocer las mentiras del peritaje. Ante esos comunicadores trató de darles ‘una cátedra del accidente’, auxiliándose en un pizarrón que para tal fin tienen en ese privado.
5.- Una uniformada, que entró a la mitad de la entrevista, se quedó en el privado para tratar de intervenir a señas, lo mismo que un sujeto que entraba y salía pues querían decirle que no había habido otro accidente en ese lugar ese mismo día, y que el chavalo que supuestamente quedaría cuadripléjico había fallecido después de las primeras atenciones médicas.
6.- El jefe de peritos primero se negó a dar el nombre del conductor del picap, pero cuando se le dijo que el objetivo que esta redacción buscaba se desvanecía con la muerte, entonces cambió su postura amable, con ese semblante frío que los mentirosos adoptan – En cuanto supimos de la muerte turnamos el expediente al ministerio público de la procuraduría de justicia – agregó – y es en esa institución donde determinarán lo que a derecho corresponda –

7.- De inmediato nos trasladamos a la oficina del ministerio público adscrito a la dirección general de seguridad y transito municipal (se encuentra separado por una pared del departamento de peritajes) donde nos presentamos ante la secretaria diciéndole que buscaba al jefe de esa oficina para obtener información sobre un accidente ocurrido en Gómez Farías y Jalisco el 31 de julio próximo pasado.
8.- Mandó decir el jefe que ese asunto no lo conocía, que no había habido tal accidente, ese día, a esa horas, en esas calles. ¡Qué! De nueva cuenta hice valer mi derecho constitucional, subiendo el tono de la voz, por lo que la pobre secretaria volvió a insistir ante el jefe pues ahora los enteraba, delante de tres personas que se encontraban en la salita de espera, que estaban protegiendo al hijo del presidente municipal de La Paz, pues en el accidente había habido un muerto.
9.- Ante la evidencia expuesta, el jefe del ministerio público adscrito a tránsito salió de su confortable privado alegando que ese asunto lo conocía otro MP de la ‘procuraduría general de justicia’ lo que pareció fuera de procedimiento pues habiendo un MP adscrito, tal procedimiento lo violentaron de inicio.
10.- No hubo necesidad de acudir ante el MP que ‘conocía’ el caso pues los eventos que se generaron a partir de ‘la consignación al MP de la procuraduría’ nos decía que en este caso había impunidad, complicidad, abuso de autoridad, crimen de odio, ocultamiento, falsedad en peritajes viales y médicos (aunque en la necropsia no pudieron esconder la verdad del accidente y fue con este mismo dictamen forense que el perito externo, contratado por la víctima, basó el análisis científico de su estudio)
11.- La verdad aflora: En la entrega de materiales que hiciera el anterior ejecutivo en la SEP, en el mes de agosto, el jefe de la oficina de comunicación social de la procuraduría, acompañado por su asistente, me abordó tratando de justificar al MP adscrito a tránsito, pero, sin darse cuenta dio más luz al caso del hijo de Nacho Monroy pues alegó secrecía, pacto de San José para la protección de las personas – Si correcto – se le dijo – pero ¿porqué conoció primero el caso otro MP y no el adscrito? . No halló que responder cuando notó que lo habíamos pillado en el enredo, encogió los hombros, hizo una mueca con los labios y dijo: no pues sí. Luego se fue despidiéndose de mano.
12.- Inmediatamente después, utilizando lo establecido en los artículos 6to y 7mo constitucionales, buscamos la verdad conocida dentro de la procuraduría, donde nos enteraron que el hijo del presidente municipal llevaba las de perder. Sin embargo poco a poco han intentado alterar las evidencias para salvar al junior Erick Fernando Monroy Sánchez.

Sostuvo el abogado Arturo Rubio Ruiz, en rueda de prensa, que: hemos provocados tres amparos para tener acceso a la averiguación previa. Fin de la cita. La AP presenta inconsistencias desde su inicio, como se habrán dado cuenta pero lo más cruel es el crimen de odio que quieren perpetrar, apoyados por la simulación y alteración de evidencias como el hecho de oficializar que Monroy no venia borracho; que el de la moto tuvo la culpa al impactar al vehículo del junior; que Jorge venía dormido de tanto alcohol: 4 grados, no apto para conducir. Esto me recuerda otro caso de alteración de evidencias.
Alejandro Salazar, en el ejercicio del periodismo llegó a La Paz luego de un largo periodo de autoexilio, donde empezó a editar una revista que no gustaba al jefe de jefes (como dieron por llamarle los medios de comunicación) para a los días de una publicación que denunciaba una enfermedad neurocerebral del mismo jefe de jefes, perder la vida en un extraño accidente de tránsito al venir de Todo Santos a La Paz.
Antes de conocer la verdad arreglada por la procuraduría de justicia, me entrevisté con el suboficial de la policía federal de caminos que conoció el caso, quien me confió que el vehículo donde se conducía el periodista presentaba huellas de haber sido impactado por otro carro. – ¿Se encontraron botellas de licor dentro del vehículo del periodista? -- No – respondió – venía limpio. – ¿Me puedes dar una copia del parte? – insistí.  –No puedo – respondió – El parte ya fue enviado a la procuraduría – agregó -- pero la unidad está en el corralón – finalizó – ahí le puedes tomar foto. No le quise decir que no contaba con esa herramienta (cámara fotográfica) tan necesaria para cumplimentar la difícil tarea del ejercicio periodístico.
Con los datos proporcionados me dirigí con el procurador (antes si nos recibían) Al subir las escaleras me encontré con el director de periciales a quien le pregunté que si la necropsia había revelado alcohol en la sangre del difunto – No, para nada, venía limpio – repitió estas mismas palabras del suboficial de caminos.
Al anunciarme ante la secretaria para entrevistar al procurador me dijo que estaba ocupado con otro periodista -- ¿Quién es? -- le pregunté. – El del Sudcaliforniano – me respondió. – Mejor – le dije --. Entró al privado y casi enseguida me señaló la entrada, invitándome a entrar con las manos. Luego de saludar a las dos personas (periodista y procurador) me enteré que el accidente había sido provocado por salida del camino. – pregunté si el conductor venía borracho y el procurador dijo cambiando su semblante: No sé -- El reportero del sudcaliforniano se levantó, saludó despidiéndose y salió del privado.
La noticia en los diarios, otro día dirían que don Alejandro venía borracho, que en el interior de la camioneta se habían encontrado dos botellas de vino. En la revista Cárcel Propia desmentí la versión oficial (1000 ejemplares que tiraba Emeterio Orosco) pero los deudos y la sociedad callaron. No buscaron la verdad. El asunto quedó en las estadísticas como un fatal accidente más.
Lo mismo sucedió, sin temor a equivocarme, en el caso que nos ocupa del hijo del presidente  municipal y del músico Jorge Tejero. Hubo cambio de dictamen pericial y de laboratorio pues, al igual que en el caso de Alejandro Salazar, se le encontró alcohol en la sangre con un supuesto 4%, no apto para manejar, o sea, como dijo la viuda en la rueda de prensa, eso quiere decir que manejaban dormido. Roxana, hermana de Jorge intervino después de que Claudia dijera lo anterior, recordando que ella platicó con la enfermera y con el médico que atendió a su hermano caído a quien le preguntaban que si a quien le avisaban y él, Jorge, les dijo de memoria los números de teléfono pues su celular no fue encontrado en el lugar del accidente. Una persona que va con esa supuesta cantidad de alcohol en la sangre no puede recordar nada y, el médico asentó que el herido estaba completamente lúcido.


Y es ahí donde están las fisuras en el expediente (y por ahí se puede escapar el causante de los efectos del accidente) pues ni a la enfermera ni al doctor les han citado para declarar, ni la defensa los ha presentado para echar para abajo el supuesto dictamen de la alcoholemia y, la duda si el abogado actúa con buena fe taladra mi cerebro. Más se incoó la duda cuando el perito dijo que a él no le estaban pagando, y que no buscaba lucrar con este asunto. Las miradas a los ojos del abogado y del perito se cruzaron al decir lo anterior, lo que el lenguaje corporal denunció que algo chueco esperan.


Por más de 47 años he estudiado el comportamiento humano; por más de 25 años he conocido las mañas de abogados y el ‘sospechosismo’ (deducción lógica a partir de otra cosa lógica) me dice que se debe estar atento al caso pues, para cerrar con broche de oro el abogado de la defensa dijo: Claudia está preparada para aceptar si hay otro peritaje que tumbe a este.



Algunos medios, que se dicen de la nota roja, no han publicado nada, incluso desde un principio algunos de ellos defendieron al presidente municipal tratando de encontrar culpables en la guía de los afectados a palacio de gobierno exigiendo justicia y, otros, que se dicen de las mejores plumas, defienden al junior diciendo que los hijos de Nacho son buenos muchachos. Después, casi todos pasaron por su cheque o pago en efectivo ante el corredor de off road por ‘la brillante defensa que hicieron en sus medios’
Lo que han logrado estos ‘periodistas’ sin escrúpulos es polarizar a la población, como lo hiciera hace 25 años (el que tratara de amarrar navaja con la asistencia al gobierno) con el caso Fernando Jordán muerto a patadas dentro de las celdas de la PGR, donde unas veces pasaban este sujeto a cobrar su chayote, y otras a recibir autos como premios por su ‘brillante defensa’ a los Carrola.